Las construcciones de ladrillo no surgieron hasta más adelante por lo que en el medievo era frecuente hacer las grandes casas de sillares de piedra encintada, enjaretada o almohadillada, esto hacia que el espesor de sus muros asegurara la resistencia a todo tipo de agresiones.
La mezcla de materiales como la madera se solía hacer en la parte superior y en todas las ventanas y puertas.
Estas casas estaban llenas de vida y color, las paredes interiores a menudo estaban recubiertas con tapices y los muebles eran sólidos y funcionales, útiles para crear un ambiente de trabajo donde se mezclaban los padres, hijos, sirvientes y visitantes.
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Muy bonito