Pasear por sus calles y plazas llenas de flores, o visitar los diferentes comercios que hay por el centro es una apuesta segura para pasar un buen rato, eso sí, siempre con zapatos cómodos, vais a estar subiendo y bajando cuestas continuamente, pero esto es parte del encanto del pueblo.
Que fantásticas imágenes del pueblo y de las miniaturas por descontado.
Viendo unas y otras podría confundirse cual es cual por la buena realización de Miguel Angel.
Un saludo