En julio estuvimos en el pueblo y, como otras veces, bajamos hasta el río dando un paseo, haciendo fotos al paisaje y disfrutando de la tranquilidad del momento.
Nos gusta pasar un fin de semana en el campo de vez en cuando, y por eso lo he elegido como momento para recordar.
El contraste de color que hay en las fotos ha sido la inspiración para esta composición, por un lado, el amarillo de los prados tostados al sol, por el otro, el verde de los árboles y olivares que hay por la zona, le añadimos el azul del atardecer y ya tenemos los colores para elegir el papel del fondo y los adornos.
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