Se levanta el telón. LOS MÚSICOS DE BREMEN

Volvemos al teatro, la representación de hoy es una adaptación del cuento infantil Los Músicos de Bremen, que como ya sabéis, compramos hace muchos años en el Círculo de lectores.

Sin más preámbulos comienza la función, poco a poco sube el telón y en la sala se ruega silencio.

Érase una vez…

En una granja vivía un viejo asno que ya estaba muy cansado y no podía seguir trabajando, su amo, un hombre despiadado, decidió deshacerse de él. El asno, conociendo las intenciones de su amo, decidió escapar de la granja y se encaminó hacia la cuidad de Bremen, mientras andaba iba pensando:

  • Tal vez allí encuentre trabajo como musico.

Al poco rato se cruzó con un perro que también parecía viejo y cansado.

  • ¿Qué te ocurre? Preguntó
  • He tenido que huir de mi amo, como ya no puedo trabajar quería deshacerse de mí, y ahora no sé dónde ir.
  • No te preocupes, si quieres puedes venir conmigo, voy a Bremen para hacerme músico.

Al perro le pareció buena idea y se pusieron en marcha.

Un poco más tarde se encontraron a un gato algo famélico.

  • ¿Qué te pasa? Le preguntaron.
  • Me he hecho mayor y no consigo cazar ratones, mi ama me ha echado de casa. ¿Adónde voy a ir?
  • Vamos a Bremen para ingresar en la banda de música, ven con nosotros.

Y el gato se unió a sus nuevos amigos.

Los tres amigos siguieron andando hasta llegar a una tapia donde encontraron a un gallo gritando.

  • ¿Por qué gritas tanto? Le preguntaron.
  • Porque es mi última noche, ya estoy viejo y me olvido de cantar al amanecer, mi ama quiere hacer gallo en pepitoria mañana.
  • Ven con nosotros, nos vamos a Bremen para unirnos a la banda de allí.

Sin pensarlo ni un segundo el gallo se unió a ellos.

La cuidad estaba lejos y ya era noche cerrada por lo que decidieron descansar en un bosque. El gallo se encaramó a una rama y dijo:

  • He visto una luz, puede que sea una posada.
  • Pues vamos hacia allí, es mejor dormir bajo cubierta que al relente de la noche.

Cuando llegaron el asno se asomó a la ventana.

  • ¿Qué ves? Preguntaron los demás.
  • Una mesa llena de comida y unos ladrones dándose un festín.
  • Tenemos hambre, que os parece si echamos a los ladrones.

Dicho y hecho, los cuatro amigos se subieron uno encima del otro y se pusieron a gritar.

Los ladrones se asustaron, los músicos no paraban de ladrar, maullar, rebuznar y cacarear, tanto gritaron que los cristales de la ventana se rompieron y entraron en tropel a la casa.

Con tanto jaleo los ladrones salieron huyendo, y los músicos pudieron darse un banquete. Después de comer se fueron a dormir, el perro se acostó detrás de la puerta, el gato en la chimenea, el gallo en una viga, y el asno cerca de la paja, después apagaron la luz y se durmieron.

Los ladrones se quedaron en el bosque y al ver que todo estaba tranquilo comentaron:

  • No teníamos que habernos asustado tan rápido.

Y mandaron al más joven a investigar.

El ladrón entro en la casa y vio brillar los ojos del gato, pensando que serían ascuas acercó una cerilla, el gato se asustó y le saltó a la cara.

  • ¡Miau, miau! Maullaba.

Al intentar salir corriendo, el ladrón pisó al perro, este dio un salto y le mordió.

  • ¡Guau, guau! Ladraba el perro.

Aterrorizado, el ladrón se echó a un lado y el asno le dio una coz.

  • ¡Iaaá, iaaá! Rebuznaba el asno.

El escándalo despertó al gallo que se puso a cacarear y revolotear-

  • ¡Quiquiriquí, quiquiriquí!

El ladrón salió corriendo hasta el bosque donde estaban sus colegas, y les dijo-.

  • La casa esta embrujada, en la chimenea había una bruja que me ha arañado, otra me ha clavado un cuchillo en la pierna, después un trol me ha golpeado, y otra gritaba ¡que me traigan al ladrón! Me he escapado de milagro.

Al oír la historia, los ladrones decidieron abandonar su guarida para siempre.

Los músicos estaban tan bien en ella que se quedaron allí, viviendo felices los cuatro juntos.

Y colorín, colorado este cuento se ha acabado.

Moraleja niños y niñas.

Siempre se puede sacar fuerza para empezar de nuevo.

Gracias, y hasta la próxima función.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.