A finales de Septiembre del año pasado estuvimos en París, es una ciudad que enamora, sus edificios, sus calles, su luz…
Por supuesto nos trajimos muchos recuerdos de ella, unos vividos y otros comprados como buenos turistas, pero uno de los recuerdos más bonitos que atesoramos y que quedará grabado para siempre en nuestras retinas fue la luz del atardecer a orilla del Sena.
Y ese recuerdo ha sido la inspiración para hacer este pequeño cuadro.
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