Esta casa se la hicimos a nuestras hijas hace muchos años, pero con el paso del tiempo se había deteriorado un poco, por lo que decidimos reformarla y así es como ha quedado.
En cuanto terminamos las reformas, una familia se enamoró de ella y rápidamente se instalaron y la hicieron suya, y aquí los tenéis, en su día a día.
Por la puerta de atrás anda el cartero, que parece tenerle algo de miedo al perro, mientras los jóvenes de la familia están ocupados en sus cosas.
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