Teníamos estas maletas de principios del siglo XX, la pequeña la usaba mi padre allá por los años 40, la grande no recuerdo como llegó a nosotros pero si os fijáis en los sellos que tiene y que por supuesto quisimos respetar, ha pasado por la aduana de Estocolmo y debió de utilizarla alguien que viajo allí por aquellos años.
Después de restaurar la maleta grande que tenía el asa rota y de limpiarla muy bien decidimos convertirla en una mesa, para lo cual le hicimos unas patas de madera como soporte, añadimos un espejo al que también le hicimos el marco con el mismo tipo de madera y nos quedó un conjunto muy aparente para cualquier recibidor, sobre todo en un ambiente rural.
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Hacía tiempo que no entraba en la web y cuando lo he hecho me he encontrado con unas cosas muy interesantes. La maleta mesa esta chulisima.