Materiales: Cartón de huevos, cartón rígido, pintura acrílica gris, oxido amarillo y blanca, cola, arena barniz mate y tijeras.
Recortamos y aplanamos el cartón de los huevos.
Después le damos cola por una de las caras y lo pegamos en el cartón rígido para darle más consistencia y grosor a las lajas de piedra.
Cuando tenemos unas cuantas empezamos a recortarlas de nuevo con la misma forma.
Y ya recortadas hay que empezar a pintarlas. Primero le damos unos toques con pintura gris.
Luego le toca el turno al oxido amarillo, que vamos dando por las zonas que no hemos pintado antes, y por ultimo le damos unos pequeños toques por aquí y por allá con pintura blanca.
Así vamos haciendo nuestra remesa de piedras.
Ahora nos toca pavimentar la zona donde queremos ponerlas.
Primero hay que ir buscando en que forma casan mejor las piedras para ir recortándolas del tamaño adecuado y por supuesto una vez encontrado el sitio hay que pegarlas con un poco de cola.
Para protegerlas le damos barniz mate ya que estas piedras no brillan, cuando esta seco el barniz rellenamos las juntas con cola ligeramente aguada.
Le echamos arena de playa, tamizada previamente, por encima y dejamos secar un poco para ir quitando el sobrante con un pincel.
Por ultimo le damos otra mano de barniz y ya tenemos empedrada la calle o una fachada si es allí donde quieres ponerlas.
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Esta fantástico ese suelo
Todo un proceso… parece sencillo, pero resulta obvio el trabajo que lleva… Bien lo vale! El resultado me encanta! 🙂