En 2003 empezamos a ir a esta pequeña isla del Algarbe portugués y nos gustó tanto que repetimos varios años.
Los primeros años había poco turismo y parecía que la isla era para nosotros, de aquella época tenemos un recuerdo muy peculiar, había que meter el equipaje por la borda antes de montarte en el barco, lo explico, uno de la familia entraba en el barco y los demás le dábamos las maletas desde el espigón en el que estaba amarrado, a los peques les pareció muy divertido, pero los adultos creímos haber retrocedido en el tiempo.
Es un bonito recorrido a través de los años que habéis vivido esa experiencia.
Un saludo