Hay muchas razones para visitar Tenerife, nosotros os vamos a contar las nuestras mientras hacemos un viaje fotográfico por la isla.
1.- Sus playas de arena volcánica son sorprendentes, el contraste entre la arena negra, el azul del mar y el verde de la vegetación es único.
2.- Sus pueblos, tanto los que están en la costa como los que se encuentran escondidos entre sus montañas son preciosos.
3.- Los plátanos, nosotros solemos comer plátanos de Canarias con mucha frecuencia porque nos encantan, pero tengo que deciros que los que comimos allí estaban aún más buenos, quizás fuesen un poquito más pequeños que los que compro en mi frutería, pero su sabor era delicioso, no os los perdáis.
4.- Visitar sus bosques de Laurisilvas fue mágico, si tenéis la oportunidad de ver alguno no os lo perdáis, pasear entre esos árboles tan antiguos te hace creer en duendes, hadas y elfos.
5.- También hay que visitar el Drago milenario de Icod de los Vinos, otro árbol, que no es un árbol pero que lo parece, que tiene mucho tiempo. Y ya que estas allí puedes darte un paseo por este pueblo tan pintoresco.
6.- Si tienes la oportunidad de ir a Tenerife en carnaval genial, pero si no puedes ir en esa época del año, siempre puedes visitar un espectáculo sobre el folclore canario.
7.- Si te gustan las plantas, como es nuestro caso, no dejes de pasar por el Jardín Botánico, y si lo haces a primera hora, cuando están regando, puedes tener un Arco Iris solo para ti.
8.- También tienen un Zoo muy famoso y que colabora con ONG para salvar animales en peligro de extinción.
9.- Otra excursión preciosa es coger un barco para ir a ver el acantilado de Los Gigantes, y con un poco de suerte podrás ver ballenas o delfines. Al principio pensé que no veríamos ninguna, pero me equivoqué, vimos varias en diferentes momentos, eso sí, fotografiarlas es realmente difícil por no decir imposible, pero la experiencia es única.
10.- Por último, la gran joya de Tenerife, el Teide. Aunque tardamos un par de días en verlo por culpa de las nubes, cuando por fin se despejo y apareció fue espectacular. Subir a velo, caminar por ese paisaje casi lunar, y ver atardecer allí fue otro momento inolvidable de este viaje.
Sin embargo, ver las estrellas en el Teide después de cenar me hizo recordar lo friolera que soy, os cuento.
El cielo estaba despejado, el guía daba unas explicaciones magnificas de todas las estrellas, pero yo tenía tanto frio que no paraba de tiritar, y eso que llevaba cuatro capas de ropa encima, estaba más concentrada en intentar que no me castañetearán los dientes que en las estrellas, cuando por fin volvimos a la guagua, y entre en calor, me sentí feliz.
Se pueden hacer muchas más cosas en Tenerife, nosotros solo os hemos dado nuestras diez mejores razones para visitas la isla.
Gracias, y hasta el próximo viaje.